MISCELÁNEA
Fragilidad e insuficiencia cardiaca
Autora: Blanca Carballido (Geriatra Hospital Puerta de Hierro)
Fecha de publicación: 07/10/2021
Categoría: Recordar
3 minutos
La fragilidad y la insuficiencia cardíaca (IC) comparten múltiples mecanismos fisiopatológicos comunes y tienden a coexistir con frecuencia, conduciendo a peores resultados clínicos, funcionales y a un deterioro en la calidad de vida.
Esta elevada prevalencia de fragilidad en pacientes con IC se encuentra, en parte, precipitada por la naturaleza sistémica de la IC: el estado proinflamatorio y la activación del sistema neurohormonal, junto con la hipoperfusión crónica. Todo ello conduce a cambios estructurales y funcionales a nivel de otros sistemas (por ejemplo, el sistema musculoesquelético), contribuyendo a una disminución global de la reserva fisiológica y a un estado de elevada vulnerabilidad frente a factores estresores.
Más allá, la relación entre fragilidad e IC parece ser bidireccional: la fragilidad conduce a un peor estado funcional y deterioro en la calidad de vida del paciente con IC, mientras que, la IC en sí misma, constituye un factor de riesgo para fragilidad.
Si bien, hoy en día disponemos de varias herramientas validadas para evaluar la fragilidad (fenotipo de Fried, índice de fragilidad de Rockwood o de acumulación de déficit) no existe aún evidencia suficiente para recomendar una herramienta óptima para el paciente con IC.
Existen estudios que sitúan la prevalencia de fragilidad en paciente con IC que vive en la comunidad, de acuerdo con el fenotipo de fragilidad de Fried, entre un 19-52% (prevalencia mucho mayor que la observada en pacientes sin IC que viven en la comunidad, que oscila entre 3-23%).
Asimismo, los datos avalan que la prevalencia de fragilidad es mayor en aquellos pacientes con FEVI preservada comparado con aquellos con FEVI reducida (condicionado probablemente por la alta carga de comorbilidad que presentan los primeros, asociado también a una mayor edad), si bien, en ambos casos se asocia con un mayor riesgo de resultados adversos.
Los pacientes frágiles presentan mayor carga de síntomas relacionados con la IC, alteraciones del sueño y trastornos del ánimo, en comparación con los pacientes con IC no frágiles. Además, los pacientes frágiles con IC tienen un 57% más de riesgo de hospitalización y un 80% más de riesgo de mortalidad por todas las causas en comparación con pacientes no frágiles.
Estudios recientes han evaluado intervenciones específicas como ejercicio físico supervisado y rehabilitación física multidominio (estudio REHAB-HF) para reducir la carga de fragilidad en estos pacientes y mejorar los resultados clínicos, objetivando una mejora en la capacidad de ejercicio y en la calidad de vida.
Por otro lado, y de acuerdo con la literatura actual, resulta fundamental el abordaje nutricional en el paciente frágil con IC. Los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen un mayor riesgo de desnutrición, por lo que requieren una cuidadosa optimización de su régimen dietético. Varios estudios han evaluado la eficacia de la suplementación nutricional en personas mayores y frágiles, objetivando una mejoría en la función física, los síntomas y la tasa de reingreso.
Dado que la evaluación de la fragilidad en el paciente con IC puede ayudar a identificar aquellos sujetos con mayor riesgo de discapacidad y de resultados adversos, resulta fundamental incorporar su evaluación en la valoración geriátrica integral del paciente con IC ambulatorio u hospitalizado, con el fin de facilitar intervenciones que puedan mejorar los resultados clínicos en estos pacientes.
Por tanto, debemos tener muy en cuenta la fragilidad y medirla. La fragilidad influye en la salud de nuestros pacientes ancianos con IC. Intervenir sobre ella aporta beneficios. De nuevo es fundamental poder desarrollar programas multidisciplinares en cardiología geriátrica, como el que se ha implementado en 2021 en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (HPhM), con la coordinación del Dr. Marcos García Aguado por parte del servicio de cardiología y la Dra. Blanca Carballido y Dra. Ana Suero por parte del servicio de geriatría. Este programa incluye un trabajo en equipo de cardiólogos y geriatras, pero además implica al servicio de medicina de atención primaria, parte fundamental del otro proyecto integral de colaboración entre atención primaria y cardiología que se desarrolla en el HPhM, para el manejo crónico de nuestros pacientes con cardiopatías, y del que hablaremos en otro post.
Ilustración 1. La insuficiencia cardiaca y la fragilidad se retroalimentan
Referencias
JACC Heart Fail. 2019 Dec;7(12):1001-1011.