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El Instituto Nacional de Estadística de España (INE) ha publicado los datos provisionales de defunciones del primer semestre de 2023, al tiempo que daba a conocer los datos definitivos del año 2022 completo.

Centrándonos en el primer semestre de 2023, y comparándolo con los años previos, desde 2019 hasta 2022, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

• El número de defunciones atribuidas a las enfermedades isquémicas del corazón ha ido disminuyendo desde 2019 hasta el año 2023, de forma progresiva, pasando de 15.742 fallecidos en 2019 a 13.865 en 2023. El peso sobre el total de muertes descendió desde el 7,11% de 2019 hasta el 6,26 en 2023. Hasta la irrupción de la pandemia por COVID-19, la cardiopatía isquémica constituía la primera causa de defunción en España, siendo relegada al segundo puesto durante 2020-2021 y 2022, pero volviendo a situarse como primera causa de muerte en el periodo de análisis de 2023, tras el gran descenso del 82,1% del número de muertes por COVID-19 virus identificado, que ha pasado de 333.312 en primer semestres de 2020 a 3.760 en primer semestre de 2023.

• La insuficiencia cardiaca continúa siendo una de las causas más frecuentes de defunciones en España, con más peso en las mujeres que en los hombres. En el primer semestre de 2019 se estableció como 5ª causa de muerte, con 10.441 fallecidos, representando el 4,75% del total de muertos. El número de muertos por insuficiencia cardiaca se ha mantenido relativamente estable, con un valor de 10.459 fallecidos en el primer semestre de 2023, manteniéndose como 5ª causa de muerte, con un peso sobre la mortalidad total del 4,72%.

• El número de defunciones registradas por enfermedad hipertensiva han ido incrementándose desde 2019, pasando de 6.392 defunciones en el primer semestre de 2019 a 7.590 en el primer semestre de 2023. El peso sobre las defunciones totales ha pasado del 2,59% en 2019 al 3,42 % en 2023 (primer semestre).

• Las enfermedades cerebrovasculares y la demencia, en las que se implican frecuentemente los factores de riesgo cardiovascular y la enfermedad ateroesclerótica, han sido responsables de un menor número de defunciones de forma progresiva, al igual que su peso sobre la mortalidad total, aun así, siguen manteniéndose como segunda y tercera causa de muerte individual.