MISCELÁNEA
Sarcopenia (4/4). Más allá de un síndrome geriátrico. Tratamiento.
Autora: Blanca Carballido (Médico geriatra del programa transversal de cardiogeriatría del hospital universitario Puerta de Hierro de Majadahonda)
Fecha de publicación: 13/06/2022
Categoría: Geriatria
3 minutos
Finalizamos nuestra revisión de sarcopenia con el cuarto y último post sobre el tratamiento (1/4, 2/4, 3/4).
Dada su etiología multifactorial y la heterogeneidad del sujeto sarcopénico o en riesgo de sarcopenia, y a pesar de que disponemos de una serie de recomendaciones generales, se hace necesaria una intervención multidimensional con medidas individualizadas y adaptadas a cada sujeto.
La combinación del ejercicio físico y una adecuada intervención nutricional constituyen el gran pilar terapéutico de la sarcopenia. Hasta el momento, no disponemos de ninguna terapia farmacológica aprobada para el tratamiento, si bien, cada vez son más los estudios dirigidos a este aspecto.
EJERCICIO FÍSICO:
La relevancia de la sarcopenia y su asociación con efectos adversos de salud, hacen necesario definir qué intervenciones han demostrado, hoy en día, prevenir su inicio y progresión.
Las guías de práctica clínica publicadas en 2018 de Investigación en Sarcopenia y Fragilidad (ICFSR)proporcionan recomendaciones sólidas para considerar que el ejercicio físico constituye la mejor opción terapéutica en la prevención y el tratamiento de la sarcopenia.
Las actividades físicas de fuerza y resistencia son las más beneficiosas para mejorar la potencia y masa muscular, además de la función física en el sujeto con sarcopenia. No obstante, cualquier tipo de ejercicio físico (aeróbico, equilibrio, marcha, etc.) puede resultar beneficioso.
INTERVENCIÓN NUTRICIONAL:
En términos generales, para el mantenimiento muscular en personas > 65 años se recomienda una ingesta de proteínas de 1,0-1,2 g/kg/día. La suplementación nutricional proteico-calórica debe reservarse para aquellos sujetos con sarcopenia en los que no sea posible alcanzar los requerimientos proteicos recomendados o malnutridos, y no debería prescribirse de forma general e indiscriminada.
En la sarcopenia, ha cobrado en los últimos años especial interés el aminoácido leucina y su metabolito β-hidroxi-β-metilbutirato, por su papel en el enlentecimiento de la degradación muscular, en el aumento de la fuerza y masa muscular, y por su asociación con un aumento de la fuerza prensora y circunferencia braquial. Se recomienda una ingesta de, al menos, 2 g/día de leucina o su metabolito.
En cuanto a otros nutrientes se recomienda:
Una dieta mediterránea rica en antioxidantes, tales como la vitamina E, la vitamina C, los carotenoides o los polifenoles.
Minerales como el calcio, el selenio o el magnesio, por su asociación con mayor rendimiento físico, fuerza física y masa muscular.
Ácidos grasos ω-3 por sus propiedades anabólicas y antiinflamatorias. No existen recomendaciones específicas en cuanto a la cantidad o el tipo de suplementación. En general, se recomienda la ingesta de pescados grasos dos veces por semana.
Una adecuada exposición solar y una dieta rica en vitamina D. No existe evidencia suficiente para recomendar la suplementación de vitamina D en adultos mayores con sarcopenia, a excepción de aquellos en los que se confirmen niveles bajos. La forma de suplementación más empleada es el colecalciferol.
Existe un efecto sinérgico entre la suplementación nutricional y la actividad física, mostrando mejores resultados en rendimiento físico y ganancia de fuerza y masa muscular que ambas intervenciones por separado.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO:
No existe suficiente evidencia para recomendar el empleo de hormonas anabólicas (testosterona, estrógenos)para el manejo de la sarcopenia. En el caso de la testosterona, su aporte exógeno en el paciente con hipogonadismo sí ha demostrado aumentar la masa, fuerza muscular y el rendimiento físico. La sustitución estrogénica en mujeres posmenopáusicas no ha demostrado aumentar la fuerza muscular.
Existen otras opciones terapéuticas para el tratamiento de la sarcopenia actualmente en desarrollo, tales como la GH, los bloqueadores de la miostatina, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), moduladores androgénicos sintéticos o factores de crecimiento IGF-1. Terapias inmunológicas, como anticuerpos antimiostatina o contra el receptor activado de activina A, se encuentran también en desarrollo.
Ilustración 1. Tratamientos para revertir sarcopenia
Referencias
Abizanda Soler P, Flores Ruano T, López Utiel M. Sarcopenia (En Tratado de Medicina Geriátrica: fundamentos de la atención sanitaria a los mayores. Sección VIII. Cap 72; 688-700. 2021 2ª Ed. Abizanda Soler P, Rodríguez Mañanas L. dir). Elsevier España. ISBN: 978-84-9113-298-1